Los callejones de Guanajuato nos han entretenido con sus románticas y emocionantes historias; sin embargo, algunas de estas leyendas son tan terroríficas que incluso los mismos lugareños prefieren evitar pasar por ahí, tal es el caso de la llamada “Casa de las brujas”.
La Casa de las Brujas tiene una fachada distinta que no concuerda con el estilo arquitectónico colonial de Guanajuato, sin embargo, su edificación del siglo XIX, cuenta una leyenda misteriosa: la de un adinerado holandés que la ideó en 1845 con el estilo de Europa: techo a dos aguas; una escalinata con jardineras en ambos lados que lleva a una fuente; la entrada la adornan unos ventanales de tamaño considerable.
Ubicada en Guanajuato capital, esta casona fue edificada en 1845 por el empresario minero Steve Carsons, quien llegó de Dinamarca junto con sus hermanas y su hija.
La leyenda cuenta que Carsons comenzó a tener tal éxito que además de ganarse el respeto y amigos, también generó enemistades, pues señalan que el empresario se aprovechaba de los pequeños comerciantes para sobresalir. Un día, el hombre tuvo una pelea tan brutal que culminó con la vida de un hombre.
Rápidamente fue buscado por la policía, y al saber su destino le pidió a sus hermanas que cuidarán de su única hija; el hombre fue sentenciado y jamás volvió a saber nada de su familia.
Es aquí donde la leyenda nace, y es que se dice que las hermanas al saber el dinero que la niña heredaría, estas comenzaron a hacer toda clase de preparativos para darse una vida de lujos; sin embargo, el abogado les notificó que ellas no podían acceder a ese dinero a menos de que la menor muriera.
Esas palabras resonaron en la cabeza de las malvadas mujeres, quienes la torturaron y una vez crecida fue recluida en el sótano; no se sabe exactamente lo que sucedió, pero los vecinos argumentaban que en punto de la media noche se oían gritos de dolor y llantos desgarradores.
Cuando los lamentos comenzaron a ser más frecuentes, los vecinos alertaron a las autoridades sobre esto, por lo que poco después la casa fue cateada para investigar estos hechos.
Al abrir el sótano, un olor fétido penetró en toda la casa, los guardias bajaron lentamente solo para descubrir el cadáver putrefacto de la niña tendido sobre una cama llena de roedores y atada de pies y manos con cadenas oxidadas.
Las autoridades y forenses determinaron que la pequeña sufrió durante años maltratos físicos, violaciones, hambruna y múltiples enfermedades transmitidas por los ratones.
Las hermanas fueron encarceladas y eventualmente fallecieron, pero nunca mostraron un poco de arrepentimiento.
Hoy en día la casa se llega a rentar para eventos o grabaciones en particular; sin embargo, en punto de las 12 de la noche los gritos y un olor fétido comienza a invadir la solitaria casona y los vecinos aseguran escuchar los estremecedores lamentos, además cuando la luna llena se alza sobre Guanajuato, en una de las ventanas de la casona, se asoma una joven que, en el reflejo plateado del cuerpo celeste, permite a preciar a los que pasan por ahí, la hermosura de la bella fantasma; la dama invita a los caminantes, asombrados de su belleza, a subir por los escalones y pasar al interior de la casa.
Para quienes han llegado al punto de adentrarse en la casona, resulta complicado aceptar la tentación de pasar una velada nocturna con la hermosa dama, pues sí se acepta la seductora invitación, el invitado o la invitada, sería lo último que se hiciera en vida, sería la última noche de su vida en el interior de un féretro repleto de ratas, alacranes y tarántulas.
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